Movilescentes…

¿Tú también tienes un adolescente en tu órbita? Sea un hijo, un sobrino, un vecino, el hijo de un buen amigo… Pues hagamos un ejercicio. Cierra los ojos, deja tu mente en blanco, respira profundamente unos minutos, lento y pausado. Ahora, así de repente y sin...