Mañana de domingo un tanto adormecida, de verano. El cielo, de un nublado suave. El calor amable.
Las noches de verano marcan las mañanas suspendidas entre la hamaca y el mar.
Noches de terraza, de conversaciones entre amigos, de copas de vino y mesa compartida.
De risas que se disipan hacia el infinito oscuro, cuajado de estrellas.
De helado en el postre, y las galletas de siempre, cuadradas y ligeras, que crujen entre los labios y se funden en el paladar. Sabor a canela y a limón.
Mañana de domingo. Lenta, acompasada con las olas que, cortas y picudas, se esparcen sobre la arena y caracolean de regreso al mar.
Reblogueó esto en Dícere ToBeinny comentado:
Breve, intenso, fresco. Gracias. Fran
Como el verano: breve, intenso, fresco… Bueno, fresco, fresco… eso no siempre! Beso!!
Molt bé Anna!!, amb ganes!! Tot i la calor
Continua distreien- nos amb els teus escrits tan plens de detalls emocionals i sensitius.
Petons!!
Roser, contenta de veure que ets aquí!!
Molt “mono” . Me gusta, como todo lo que escribes. Beso
Beso!!!